Savannah
Presente
El plan de Gideon es simple.
Conseguimos que Ella nos entregue la llave del penthouse de Steve y Dinah, y lo
saqueamos hasta que encontremos dónde tiene Steve almacenadas las fotos.
“Combatiremos el fuego con
fuego,” el concluye.
“¿Entonces vamos a tomar fotos
desnudas de Steve y las subiremos a internet?” pregunto lentamente y con mucha
confusión. “Porque eso suena terrible. No quiero tomar ninguna foto de él,
mucho menos unas en las que no tenga ropa.” Casi me quedo sin aliento de solo
pensarlo.
“No, no queremos arruinar el
internet para todos,” responde secamente. “Pero Steve no piensa en lo que hace.
¿Cómo va a explicar que tiene acceso a esas fotografías? Eras menor de edad. Si
se publican y son rastreadas hasta él, eso solo añadirá más basura al balde en
el que se encuentra. El objetivo de todo este chantaje era hacerme testificar
que él es un tipo decente que no dañaría ni a una mosca. Mi idea es usar esas
fotos como un señuelo para hacer que admita que las robó y que está tratando de
aprovecharse de ellas. Lo grabamos y usamos eso en su contra.”
“¿Por qué necesitamos las fotos?”
“Para presionarlo. Si las
conseguimos, él se verá forzado a hablar sobre ellas en términos explícitos en
lugar de la información vaga que usó hoy.”
“No lo sé,” digo. “Chantajear a
un chantajista no se ve como la mejor opción. La venganza es un mal ciclo.
Dinah trató de matar a Steve así que Steve trató de matar a Dinah solo que
terminó matando a su mejor amiga. ¿Dónde terminará todo esto si hacemos eso?”
suspiro. “No voy a mentir—Steve me asusta un poco.” Permanecer alejados de él
se ve como la mejor alternativa.
“No voy a dejar que él ponga un
dedo sobre ti,” promete Gideon. “Sé que no es la mejor idea, pero no podemos
eliminar todas las copias. Están en digital, así que incluso si destruimos un
juego, es posible que no podamos destruirlas en su totalidad.”
“Eso no me hace sentir mejor.”
“Lo sé.”
Esas palabras suenan como un
ruido tortuoso, gutural y doloroso. Sí hubiera sabido antes lo destrozado que
él estaba por esto, ¿lo hubiera perdonado más antes? No lo creo. El daño
ensordece tus oídos, nubla tus ojos, cierra tu corazón. Antes no estaba lista.
Dejo caer una mano sobre su
brazo. “Está bien.”
Su mano se acerca para agarrar la
mía. “Voy a hacer que esto resulte bien para ti.”
Y porque sé lo difícil que es
tratar de mover a un obstinado Royal de un camino en el que ya está corriendo,
simplemente digo, “Ok.”
Él me lanza una sonrisa de
alivio. “El primer paso es llamar a Ella. Ella tiene acceso a Steve.”
Hago una mueca. Ella y yo nunca
nos hemos llevado bien, aparte de la vez que planeamos una venganza contra
Daniel Delacorte, un gilipolas violador que actualmente se encuentra en una
escuela militar. Creo que esa es una sentencia muy leve, pero al menos está
lejos de otras chicas. Es vergonzoso que Ella sepa de la existencia de mis
fotos. Principalmente, siendo realmente honesta conmigo misma, porque admiro a
Ella.
Ella es una chica valiente que
dice las cosas a la cara. Cuando una de nuestras compañeras trató de humillarla
dándole una escasa ropa interior en lugar del uniforme del equipo de baile, ella
se puso la tanga y el sujetador transparente y fue hasta el gimnasio que estaba
lleno de jugadores de fútbol.
No estaba ahí, pero escuché que
tenía todos los ojos sobre ella. En efectos prácticos, ella estaba desnuda. Y
no le importaba. O, al menos, no le preocupaba lo suficiente como para dejar
que le importe. Debería sacar una hoja de su libro.
“Entonces vamos.” Me pongo de pie
y sacudo el polvo de mi trasero.
Gid agarra su polera y toma mi
mano. Juntos, caminamos hasta su Rover. Una vez dentro, inmediatamente le marca
a Ella.
Ella contesta enseguida. “Hey,
Gid,” dice. “¿Qué puedo hacer por ti?”
“¿No puedo llamar a saludar a mi
pequeña hermana?” él bromea.
“No. Porque nunca lo has hecho.
Creo que nuestras conversaciones básicamente consistía en tu advirtiéndome que
debo mantenerme alejada de Reed.”
¿Ven? Valiente. En su cara.
Volteo mi cabeza para que Gideon no pueda ver mi sonrisa.
“Obviamente, tengo una gran
cantidad de errores del pasado para compensar,” él le dice.
“¿En serio? Ok. Bueno, tengo
puesto el ojo en uno de esos nuevos jets que AA está sacando de la fábrica. Por
favor haz que el mío tenga cuero blanco y ribete rosa.”
“Hecho,” dice inmediatamente.
“Estoy bromeando.”
“Yo no.”
“Gideon.” Le doy un golpe en el
brazo.
“¿Qué?”
“¿Esa fue Savannah?”
“Sí, soy yo. Estamos aquí para
pedir ayuda.”
“Vez, es por eso que no estoy
bromeando,” dice Gid. “Además, conozco a alguien de Atlantic Aviation. Creo que
puedo conseguir un descuento.”
“Ja ja ja,” digo sarcásticamente.
“Ya que es por Savannah, lo haré
gratis,” dice Ella.
Mis cejas se levantan con
sorpresa. No sé por qué ella haría eso—yo nunca fui muy agradable con ella. De
hecho, eso fue lo que le dije. “Yo debería pagar más ya que nunca he hecho nada
por ti.”
“Pero sí lo hiciste,” ella
refuta.
“¿Cuándo?”
“Lo de Daniel,” sugiere Gideon.
“Sip,” confirma Ella. “Reed me
dijo que fuiste y lo encontraste. Si no fuera por ti, muchas cosas malas
podrían haberme pasado. Lamento no haberte escuchado en primer lugar. Así que
te debo una y si no me dejas pagarte, entonces me sentiré culpable por el resto
de mi vida. ¿Así es como quieres pagarme?”
“Negativo,” digo con una sonrisa.
La broma de Ella hace que se rompa todo el hielo que se había formado entre
nosotras.
“Bueno, solo estoy pasando el
rato en la piscina, el lugar favorito de Gid, así que golpéame con el favor.”
“Es mi segundo lugar favorito,”
corrige Gideon mientras toma mi mano y la coloca sobre su rodilla. “El primero
sería al lado de Sav.”
Me sonrojo por lo cursi de su
declaración.
“Awwww,” se burla Ella. “Eso es
dulce. Y romántico. Nunca te tomé por un romántico, Gid.”
Él encoge los hombros, algo que
Ella no puede ver, y luego me deslumbra con una sonrisa rápida. Estos dos no se
conocen al otro para nada. Me inclino hacia adelante, enrosco mis dedos sobre
su rodilla para apoyo. “Gid es el más romántico de todos,” protesto. “Él
siempre ha sido de hacer grandes gestos.”
“¿En serio?” Dice Ella
sorprendida.
“¿No oíste la historia de cómo
alineó los pasillos de Astor Park con rosas por dejarme plantada?”
“¿En serio?” ella repite. “Nop.
Nunca escuché esa historia.”
Al lado mío, Gideon se sonroja.
Él se aclara la garganta. “Bueno, esa historia para otro momento. Pero sólo
vamos a decir que he sido un tonto por mucho tiempo y tenía que compensarlo de
formas cada vez más espectaculares.”
“¿Qué hiciste por Savannah esta
vez?”
“¿Qué te hace pensar que tengo
que hacer algo por ella?”
“Acabas de decir que fuiste un
tonto todo el tiempo, y francamente, ese es un rasgo clásico de los Royal.”
Estallé en carcajadas. “Verdad,”
digo entre risas, y Ella se une.
Gideon acepta los golpes. Probablemente
se dio cuenta que ser el objetivo de dos chicas de diversión despreocupada es
mejor que tenernos a nosotras estando en desacuerdo la una con la otra.
“Savannah, ¿estás disfrutando la State?” pregunta Ella.
“Oh sí.”
“Estoy tan celosa de que te vayas
a graduar un año antes. Ni siquiera sabía que eso era posible.”
“Sav ha estado en la vía rápida
desde que llegó a Astor.” Hay orgullo en la voz de Gideon, haciéndome sonrojar.
“Tuve que tomar clases en la
Academia West-Marks,” le digo. “Así es como la admisión temprana se ejecuta.”
“Aun así, buen jugado, Savannah.”
Brillo intensamente bajo su
elogio. Ella es una chica muy genial, lo cual era algo que me molestaba, y
escucharla decir que soy genial también, me hace sentir bien.
Ella aclara su garganta. “A pesar
de lo divertido que es molestar a Gid, supongo que no me llamaron por esa
razón.”
Me sereno al instante. “No.” Voy
directo al punto. “Steve emboscó a Gideon en la universidad.”
“Oh no.” Hay un montón de
angustia en esas palabras. También escucho un poco de vergüenza, y me pregunto
si de alguna manera Ella se siente responsable por las acciones de su padre. No
debería, pienso yo. Steve es un hombre adulto y él fue quien decidió asesinar a
alguien.
“Sí, quiere que testifique a su
favor acerca de lo buena persona que es y que no dañaría ni a una mosca,”
interrumpe Gideon, sus palabras están llenas de desprecio. “A cambio, él no
subirá las fotos de Sav y mías en internet.”
“Oh por Dios. Lo siento tanto,
Savannah.”
“¿Por qué sería tu culpa? Yo fui
quien envió las fotos.”
“Pero Steve es mi padre,” ella
dice, confirmando lo que suponía.
“¿Y cómo lo hiciste tan
horrible?”
“Ok, tienes razón. Yo no lo hice
horrible, pero por alguna razón aún me siento mal. La cosa es, Dinah quemó todo
en frente mío, todos los documentos de la corte y las fotos y cualquier cosa
que tuviera de la familia. Fue su forma de agradecerme por salvarle la vida,
supongo. Con lo digital, pienso, siempre hay una copia.” Ella suspira
pesadamente. “¿Qué quieren que haga?”
“Quiero ir al penthouse y
buscarlas,” responde Gideon. “Debe tener las copias digitales almacenadas en
algún lado.”
“La policía confiscó todas sus
computadoras y cosas.”
“¿Sabes lo que encontraron?”
“El abogado de Callum no dice
mucho,” admite Ella.
“Tiene un nuevo teléfono ahora.”
“Así es.”
“Y probablemente nuevas cuentas.”
“Probablemente.”
“Él sobrevivió seis meses al otro
lado del océano y de alguna manera logró regresar sin tener que acceder a
alguna de sus cuentas personales, de lo contrario papá hubiera sido
notificado.”
“¿Estás diciendo que tiene a
alguien ayudándolo? Steve dice que los aldeanos que lo encontraron lo
ayudaron.”
“¿Y Steve ha sido honesto sobre
todo lo demás?”
“Cierto.” Hay un silencio en la
línea mientras Ella reflexiona todo esto.
“¿De qué sirve buscar en su
casa?” pregunto. “Incluso si encontramos lo que estábamos buscando, como tu
dijiste Gid, siempre va a haber una copia en algún lugar.”
“Pero si lo encontramos y
removemos esa copia, entonces nosotros tendremos la ventaja.”
“O simplemente nos preocupamos
por cosas que no podemos controlar. En ese caso, lo único que puedo controlar es
mi reacción. Si él publica las fotos, enviaré avisos de eliminación. Era menor
de edad y sería ilegal tenerlas en internet.”
“Aún habrá algunos sitios en los
que estarán las fotos,” señala Gideon.
“¿Y? ¿Debería sentirme
avergonzada por cómo me veo?” Una ola de calor sube hacia mis mejillas.
“No. Para nada. Estabas preciosa
en cada una de las fotos. ¿Por qué crees que las guardo?” dice tristemente.
“Eres hermosa, Savannah. Tienes
unas piernas increíbles y tu cuerpo está para morirse. Siempre he estado
celosa,” salta Ella.
“Ahí tienes,” dice Gideon con
suficiencia. “Dos de seis Royals están de acuerdo con que tú eres la chica más
ardiente de este lado de Mojave.”
“Puedo hablar por Reed y Easton,
también,” dice Ella. “Ambos creen que eres hermosa.”
Me estremezco ante la mención de
Easton, desde que nos liamos. Una mirada de soslayo me dice que Gideon está más
divertido que molesto.
“Ahí tienes. Cuatro de seis. Es
una super mayoría.”
“Bueno, desde que la super
mayoría de los Royals está de acuerdo, tiene que ser así.” Es difícil saber
sobre qué es lo que estamos discutiendo a este punto.
“Voy a colgar ahora que la
conversación ha llegado a su punto máximo,” nos dice Ella. “Llámame si
necesitan algo más.”
Luego de despedirnos, Gideon pasa
sus dedos sobre el volante y luego dice, “¿En verdad no quieres hacer nada?”
No lo pensé dos veces antes de
contestar. “Incluso si encontráramos uno de los dispositivos de Steve y las
fotos estén adentro, dudo que eso elimine el trato. Lo único que puede remover
el aguijón es eliminar el poder que tiene sobre mí. Así que no, no quiero hacer
nada.”
“¿Ni siquiera una pequeña
venganza?”
¿Pequeña venganza? “Podría estar
detrás de eso. ¿Sobré qué estás hablando?”
“Los bienes de Steve están super
congelados y él no puede volar, así que su única salida de diversión es su
Bugatti.” Gideon levanta una ceja. “Tengo un bate en casa con su nombre en él…”
“Podrías terminar arrestado,” le
digo.
“¿Eso es un no?”
Alcanzo mi cinturón de seguridad.
“Nop. Solo dije que podrías terminar arrestado. Te sacaré bajo fianza,
supongo.” Le doy una sonrisa de oreja a oreja. “Incluso podría tomar algunos
cambios del auto.”
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