martes, 3 de octubre de 2017

Tarnished Crown (Erin Watt) En español - Capítulo 2




CAPITULO 2

Savannah

Tres años antes


Apenas veo entrar al Range Rover negro al estacionamiento de la escuela, agarro a mi hermana del brazo con fuerza.
—Ouch, me estás lastimando— chilla y se sacude para salir de mi agarre.

Estuve a punto de caerme, pero me enderecé rápidamente.
—Ahí viene— murmuro al mismo tiempo que trato de alisar mi cabello.
Ella saca mi mano con fuerza.
—¿Qué fue lo que te dije esta mañana? Actúa relajada. Gideon Royal tiene chicas que se le avientan cien veces al día. Si quieres llamar su atención, tienes que actuar como si el no existiera, de otra forma serás otra más que anda mendigando las migajas—. Ella suspira —Dios, esto es tan vergonzoso.
—Entonces vete— replico. El tenerla aquí criticándome no es de mucha ayuda para mi débil autoestima.
—No puedo dejarte. Tengo una reputación que mantener y no voy a dejar que la arruines—. Entrelaza su brazo con el mío —ahora sonríe para que todos piensen que en la familia Montgomery se aman los unos a los otros.
—Nos amamos los unos a los otros, idiota. Además, mi trabajo es detrás de las cámaras, no en frente de ellas—. Digo recordándole mis ambiciones de dirigir y escribir películas.
—Como sea— Pero ella acerca aún más a mí y ese ánimo que me da sin palabras, hace que mi nivel de ansiedad baje a un nivel soportable.
Gideon está conduciendo, como siempre. Reed está con él, pero no conozco a las dos personas de atrás.
—¿Quiénes son las personas que están con Gideon?— pregunto.
—Tres y su novia, Bailey— dice Shea sonriendo falsamente para luego dirigirse a un grupo de chicas que están a nuestra izquierda. Intercambia unos besos al aire y abrazos leves con un par de ellas, no muy de cerca para que su ropa no se desarregle o arruinar su maquillaje.
Ahora lo entiendo. Esta mañana, estuve una hora aplicando miles de capas de maquillaje. Mis labios tienen tres diferentes tipos de color. Gradiente, como me dijo Shea. Estuve repitiendo un tutorial de Youtube por cinco horas para lograr este efecto. Conscientemente, froto mis labios, por lo cual me gano un fuerte codazo.
—Vas a arruinarte el lipstick— murmura mi hermana.
Separo mis labios.
—Ahora pareces un pescado.
Cierro mis labios con fuerza.
Shea suspira. —Esto nunca va a funcionar. Oh, mierda.
—¿Qué?— bajo la mirada a mi uniforme. ¿Tengo una mancha? ¿Mis medias están torcidas?
—No. El cebo está a tu derecha. Sonríe— me ordena— ¡Buenos días Jo! ¡Tali!
—¡Shea!— Dos chicas corren rápidamente golpeando elegantemente sus tacones en el pavimento.
—¡Jo! Me encanta tu abrigo. Es… ¿J. Crew?— pregunta Shea, llevando su sonrisa falsa a un nivel máximo.
Tali y yo jadeamos ante el insulto.
Jo entrecerró los ojos. —¿Has estado pasando mucho tiempo en la informalidad que ya no reconoces una marca decente? ¡Es de Fendi!— Agarra a Tali de la muñeca. —Vámonos. No quiero caminar cerca de los cubos de basura.
Jo se aparta, arrastrando a Tali detrás de ella.
—¿Qué fue todo eso?— le pregunto. La pelea terminó antes de que empezara y no sé quién fue el vencedor.
—Alerta. El objetivo se está acercando— responde Shea. —Y eso fue para deshacerse de la competencia. Jo ha deseando meterse entre los pantalones de Gideon desde que descubrió lo que era un pene.
—Oh. Um, ¿gracias?— supongo que mi hermana ganó. Esa fue una pelea muy extraña.
Ella olfatea delicadamente. —¿Quieres atrapar al tiburón más grande? Tienes que deshacerte de todos los señuelos—. Luego, ella agita su mano para saludar a Gideon. —Buenos dí…
Pero una chica se acerca a los Royals antes de que Shea pueda llamar su atención.
—Oh, Dios. Ella no, — murmura Shea con desprecio.
“Ella no” se trataba de Jordan Carrington. Si Astor Park, o como me gusta llamarlo Asshole Park, estuviera lleno de depredadores, Jordan sería una de las más grandes amenazas. Shea me dijo que en su segundo día de escuela, Jordan se peleó con una de las chicas más populares del último año, Heather Lange. Las dos se enfrentaron lanzándose insultos que me hicieron estremecer y eso que ni siquiera estaba ahí.
Heather Lange dejó Astor después del Día de Gracias y nunca regreso. Yo pensé que su papá perdió su trabajo y ya no podía pagar la matrícula. Nunca relacioné a Jordan con la partida de Heather, hasta la extraña charla que papá nos dio a Shea y a mi acerca de ser agradables con Jordan Carrington.
“¿Por qué?”, recuerdo que pregunté.
“Porque es una pequeña mocosa vengativa y tiene a su viejo comiendo de la palma de su mano”
Desde esa vez, Shea lo asimiló y pretende que Jordan es capaz de caminar sobre las aguas, así que no habría nada que pudiera opacar su ropa, bolso o zapatos. Y definitivamente no iba a interrumpir el ataque de la piraña a los chicos Royal.
—Buenos días Gid, Reed— dice cantando.
—Que perra—. Shea me agarra otra vez de la muñeca y empieza a arrastrarme. —Vamos.
Planto mis tacones. —No. ¿Por qué?
—No tiene sentido desafiar a Jordan. Deja que se mueva y veremos cuál Royal se aparta primero.
—No—. Me retuerzo —no estoy interesada en cualquier Royal. Quiero a Gideon.
Shea pisa hacia atrás. —Esto no es un restaurante. No puedes ir y pedir a uno de ellos fuera del menú.
La miro.
—¿Eso no es lo que está haciendo Jordan? ¿Decidir cuál de los Royals es el que quiere?
—Tú no eres Jordan.
—Maldita sea, no lo soy. Pero no me desperté a las cinco de la mañana y estuve dos horas alisándome el cabello y maquillándome solo para rendirme antes de que tenga la oportunidad de presentarme—. Cruzo mis brazos sobre mi pecho.
Shea lanza un gran suspiro. —Está bien, pero si Jordan va detrás de ti, no te conozco—. Luego ella levanta el mentón, tira del botón de su blazer y se pega al rostro su mejor sonrisa de club campestre.
—Luces como si estuvieras en el concurso de Miss Bayview.
—Cállate y sonríe, tonta— dice sin mover sus labios. —Ahí vienen.
Me doy vuelta y casi me caigo. Tiene razón. Gideon está a unos pocos metros. Lo suficientemente cerca para que pueda admirar el ajuste de su camiseta dentro de su desabotonada camisa y blazer del uniforme.
Tres está diciéndole algo que le resulta gracioso. La comisura de su boca está erguida. La novia de Tres le da una palmada en el brazo. Gideon oculta su risa llevando una mano a su nariz, pero Bailey lo escucha reírse y le da un leve lapo. Gideon la agarra y la coloca debajo de su brazo.
—Dios, ella es tan afortunada— suspiro.
—Sip— Shea me da la razón.
Observamos como Tres aparta a Bailey de Gideon, diciendo algo con una rabia simulada a lo que Gideon levanta las manos inocentemente. Todo ese rato, Jordan camina al lado de ellos recibiendo únicamente la mínima atención por parte de Reed.
Tal vez Jordan no es competencia después de todo. Gideon no parece estar interesado ni un poco en ella. Dios, es hermoso. Los rayos de sol parecen estar siguiéndolo, proporcionando a su perfecto cuerpo el más maravilloso fondo otoñal. Podría mirarlo todo el…
Una mancha aparece en mi línea de visión.
—Hey Shea— dice la mancha. —¿Quién es esta?
Levanto mi cabeza hacia la mancha, pero esta se mueve también. Con el ceño fruncido, miro arriba a la mandíbula cuadrada del senior Aiden Crowley y sus dos minions, Tonto y Mastonto.[1]
—Es mi hermana— Shea deja caer su cabello sobre su hombro. —Savannah, este es Aiden Crowley.
—Sí, lo sé. Gusto en conocerte—. Sostengo su mano mientras trato de localizar a Gideon. Mierda, él nos va a pasar por alto gracias al estúpido de Aiden.
Apenas noto cuando Aideon toma mis dedos y se acerca más a mí. —Wow. Pequeña Savannah Montgomery, toda una adulta. La última vez que te vi, juraría que tenías brackets y …otro cabello?
—Increíble lo que una plancha y un poco de maquillaje puede hacer—. La dulce voz que viene con un poco de veneno pertenece a Jordan.
Me congelo cuando se detiene en frente de nosotros. Ella me da una malévola sonrisa, la cual soporto porque Gideon se detuvo también.
—Es una lástima el olor a segundo año—, comenta Jordan. —Eso es algo que ni una botella de un buen perfume puede quitar.
—Todos lo hemos tenido alguna vez—, advierte Bailey.
—Pero Jordan solo ha olido a rosas ¿verdad?— dice Aiden.
—Que estupidez—, Gideon tose sobre su mano.
Jordan lanza a Gideon una mirada feroz al mismo tiempo que entrelaza su brazo con el de Aiden. —Si tú lo dices Addy.
¿Addy? Arqueo una ceja en dirección a Shea, quien nuevamente me tira un codazo en el estómago. Demonios. ¿Cómo se supone que me mantenga firme si ella sigue haciendo eso? La empujo gentilmente a un lado para que nadie se dé cuenta.
Un bufido ahogado llama mi atención. Miro arriba y encuentro a Gideon sonriéndonos.
—Apuesto que ustedes dos son familia— comenta. —Me recuerdan a mis hermanos y a mí.
—Si, bueno, no puedes vivir con ellos y tu mamá dice que no puedes matarlos—. Me acerco y despeino el cabello de mi hermana.
–Para—. Ella golpea mi mano y me da una mirada de te voy a matar.
—Sip, hermanos. ¿No son lo mejor?— Gideon guiña.
Mi corazón explota. —L-l-lo mejor—, balbuceo.
Detrás de mí, Shea gime. Todo el mundo sonríe. Todo el mundo menos Jordan.
En su lugar, ella pone los ojos en blanco y entrelaza su brazo con el codo de Gideon. —Vámonos chicos— dice, dirigiendo al grupo lejos de nosotros. —Estoy pensando en tener una fiesta y me preguntaba si ustedes pueden darme unos tips acerca de cuánto licor necesitaremos. ¿Les dije que mi papá está trabajando con el agente de Kendrick Lamar? Tal vez pueda presentarse en el baile de otoño.
Gideon se sorprende. —¿Kendrick Lamar? Eso sería estupendo, Jordan.
—Lo sé ¿verdad? Su música es tan interesante—. El resto de la conversación fue muy silenciosa para que Shea y yo pudiéramos escuchar.
—¿Realmente conoce a Kendrick Lamar?–, pregunto en voz alta.
—Tal vez. ¿Quién sabe?— Shea voltea y endereza el cuello de mi blazer. —Lo hiciste bien hasta la última parte. Por favor, trata de decir oraciones completas cuando estés con Gideon. Nadie quiere salir con una idiota.
Mis mejillas se sonrojan. —Gracias, Shea.
Ella ignora mi sarcasmo y me da unas palmadas en el rostro. —De nada. Vamos adentro.
Giramos para seguir a Jordan y a los Royals. Al inicio de las escaleras, encontramos a Jordan parada a un costado, escribiendo algo en su celular.
Yo quería pasar al lado de ella sin decir nada. No hay necesidad de provocar a la bestia, en mi opinión, pero Shea se detiene.
—Hey, Jordan.
Jordan levanta la cabeza ligeramente, no lo suficiente para vernos, pero sí para percatarse de nuestra presencia.
—Shea, dile a tu hermana que mantenga su lengua dentro la boca. Estaba que babeaba sobre los zapatos de Giddy.
—Le daré el mensaje— Shea responde secamente y luego me jala hacia arriba de las escaleras antes de que pueda dejar escapar algún insulto.
—¿Giddy?— pregunto con incredulidad una vez que las puertas se cerraron detrás de nosotras.
—Es suficiente para hacerte vomitar— afirma Shea. —Pero es lo que es. Jordan está al tope. No la antagonices o te irá mal.
Asshole Park está resultando ser la pesadilla que pensé que sería. Paso mi mano por mi cabello lacio.
Esta escuela está llena de cientos de niños de las mejores familias del sur. Y por mejores, me refiero a que tienen dinero. Pero incluso aquí, hay una jerarquía. Aquí hay dinero viejo[2], cuyos orígenes a nadie le gusta reconocer. Después está el dinero nuevo, el cual a menudo tiene un sucio lugar de origen. Luego, están los estudiantes becados quienes o tratan de casarse con el dinero o crear su propio terrible legado. Básicamente, todos aquí tratan de comerse el plato de todos los demás.
Ha sido de este modo desde la escuela media. Creo que es cuando empezamos a notar por primera vez que podemos separarnos los unos de los otros basándonos en qué tan lejos del Mayflower podemos rastrear nuestro árbol genealógico.
Shea y yo venimos del dinero nuevo fabricado en algún lugar de la tierra como los Royals. No quedan muchas familias de dinero viejo, al menos no que tengan dinero actualmente. Creo que esa es la razón por la que muchas chicas están alborotadas por los cinco hermanos Royal. Es una oportunidad para pulir su árbol familiar.
Esa no es la razón por la cual estoy enamorada de Gideon Royal. Y tampoco es porque es un chico encantador. No es que sea alto, de pelo oscuro, su musculatura enmarcada te quita el aliento, pero no es eso tampoco.
Es porque Gideon Royal, a pesar de su rumoreada frialdad, fue amable conmigo cuando más lo necesitaba. Nunca olvidaré ese momento. Él se robó mi corazón y ahora siempre lo tendrá.
Ahora tengo un año con él para averiguar cómo ganar esto.



[1] Dumb and Dumber

[2] Se refiere a las herencias

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