Gideon
Presente
“¿A dónde la vas a llevar?”
Observo a Cal por encima de mi
hombro, quien está tendido sobre mi cama, jugando juegos con su celular.
“Holiday Park.” Hurgo dentro de
mi armario, buscando una sudadera que le pueda prestar a Sav en caso de que
tenga frío.
“Un poco lejos, ¿no crees?”
Sacudo la capucha sobre la cama
junto con la manta. “Sí, pero eso es a lo que estoy apuntando.”
“Ahh, entiendo. Vas por un poco
de placer natural.” Se ríe de su mal juego de palabras.
“Algo así. Definitivamente quiero
un poco de privacidad.” Enrollo todo dentro de la manta y lo levanto sobre mi
hombro.
En cuando alcanzo mi celular,
este suena. Una rápida mirada hacia la pantalla me hace fruncir el ceño. Es el
mismo número que me llamo dos veces antes. Ya que nunca respondo las llamadas
de números desconocidos, presiono cancelar y me hago recordar que tengo que
bloquear ese número cuando tenga tiempo.
“¿Vas a regresar en la noche?”
pregunta mi compañero.
“Tal vez. Depende de Sav.”
“Solo escríbeme si vas a
necesitar el cuarto esta noche.”
“Lo haré.” Me detengo en la
puerta. “El próximo año deberíamos conseguir otro lugar, ¿No crees?”
Cal sale de la cama y choca su
puño con el mío. “Demonios, sí. Echaré un vistazo en los avisos. ¿Algo de deba
tener en cuenta?”
“Habitaciones separadas, baños.
Aire acondicionado. Cerca al campus. No me molesta manejar, pero a Sav tal
vez.”
Las cejas de Cal se disparan.
“Estas asumiendo un montón de cosas, ¿no crees?”
Encojo los hombros. “No tiene
sentido comenzar con el fracaso en la mente.” Savannah me está dando una
segunda oportunidad. Planeo estar súper pegado a ella.
“¡Buena suerte, hermano!” grita
detrás de mí.
Le doy un saludo de
agradecimiento y marco el número de Sav con la otra mano. “Estoy saliendo,” le
digo.
“Estaré lista,” dice sin dudarlo.
“Te veo en diez minutos.”
Casi estoy silbando una vez que
llego al carro. Todo está encaminado. Arrojo la manta en la parte trasera del
Rover y conduzco la corta distancia hacia la fraternidad. Sav debió haber
estado mirando por la ventana, porque abre la puerta casi antes de que termine
de estacionarme.
Salgo del carro y voy por su
mochila. “¿Tienes miedo de que entre?” La molesto.
Ella se estremece con falso
temor. “Es peor que un baile de debutantes ahí dentro. Habían tantas cámaras sobre
mí, era como si fuera una celebridad a la que le acaban de publicar un video
sexual.”
Casi me ahogo con mi saliva. “Um,
sí, suena mal,” me las arreglo para decir.
Ella inclina su cabeza hacia un
lado. “¿Está todo bien?”
“Sí. Sólo que he tragado mal.”
Abro la puerta del copiloto, casi la empujo hacia adentro. He mantenido en
secreto del chantaje de Dinah por mucho tiempo, no tiene sentido de que
Savannah se entere ahora. He estado tratando de protegerla de toda la fealdad
de ese entonces, y voy a seguir protegiéndola ahora.
Subo y enciendo el motor. “He
pensado que deberíamos ir a Holiday Park. Hay unos cuantos senderos sombreados
y un pequeño lago en donde podemos comer. ¿Suena bien?”
“Sip.”
“Por cierto, me gusta tu
cabello,” le menciono mientras me alejo de la acera.
“Gracias.”
Por el rabillo de mi ojo, la veo
enrojecer y pasar su mano sobre sus rizos salvajes. Fue impactante ver a Sav
con un gran cabello, pero es tan sexy como el infierno. Hay algo diferente en
ella el día de hoy. No solo el cabello, sino en la manera en la que ella se
está llevando a sí misma— segura, valiente.
Me gusta mucho.
“¿Alguna idea de lo que vas a
querer de almuerzo?” Arrojo mi teléfono sobre su regazo.
“¿Me estás dando tu celular? ¿No
es eso peligroso?” Su lengua está bromeando, pero hay algo de seriedad ahí.
“Nop. Mira a través de él. Es
aburrido como la mierda.”
“Estoy decepcionada. ¿Ni siquiera
tienes buenos memes? ¿Cómo te entretienes?”
“Dejo al resto hacer el trabajo
duro por mí.” Una gran sonrisa se extiende a través de mi rostro. No recuerdo
la última vez que bromeamos.
Hay un momento de silencio y
luego Sav dice, “Hmmm.”
“Hmmm ¿qué?”
“Hmmm, tu emoji más usado es el
de la cara llorando y el de los ojos saltones.”
“Cal y Julie son mis mejores
amigos—por supuesto que son los dos únicos emojis que uso. ¿Por qué? ¿Cuáles
usas tú?”
“Me avergüenza decir que la
mayoría de mis emojis incluyen una forma de corazón. También la chica de
camiseta morada encogiéndose de hombros.”
No puedo evitar que se me escape
una carcajada. “¿Qué? Esa no es la Savannah que conozco.” Y amo, termino diciendo en mi cabeza.
“Supongo que en la tierra de los
emojis, soy tierna y emo.”
“O tienes buenos amigos con los
que te escribes. Ahora que nos estaremos mensajeando, tengo el presentimiento
de que los ojos en blanco van a aparecer un montón.”
“¿Nos estaremos mensajeando?”
“Bueno, yo te estaré mensajeando.
Con suerte, tu responderás.”
“Depende de qué tan entretenido
eres.”
“Descargaré una mierda de memes
en el minuto en el que dejemos el Rover”, juro.
“No hay necesidad de ir por la
borda.”
“Entendido.” Cambio de tema.
“¿Así que piensas que vas a disfrutar del departamento de cine?”
“Sí, tienen programas muy
geniales. Es muy práctico.” Ella suena muy emocionada.
“No puedo esperar para ver tu
primer trabajo. ¿Estás apuntando para dirección? ¿Producción? La verdad no sé
la diferencia,” admito.
Nunca conversábamos sobre esas
cosas cuando estábamos saliendo. No sé si es porque no pregunté, o ella nunca
se ofreció. Debí haber preguntado. Lo sé ahora. Pero estaba tan absorto en mi
propio drama.
“Editor, en realidad. Es la
persona que corta la grabación y luego une los fragmentos.”
“Eso es genial.” Mi licenciatura
de negocios suena aburrida en comparación. “¿Alguna otra clase?”
“Voy a llevar las clases de
Literatura y Arte para ayudarme a formar mis habilidades de storytelling, pero planeo pasar la mayor
parte de mi tiempo en el departamento de cine si es que puedo. Adrian dice que
mientras más horas pueda pasar haciendo el trabajo que leer sobre ello o ver a
otras personas haciéndolo, mejor seré.
Apreté mis manos alrededor del
volante. “¿Adrian es el chico de cine con el que estuviste caminando el otro
día?”
“Sí.” Ella suena divertida. “¿El
chico que querías golpear?”
Le lancé una mirada rápida.
“¿Cómo sabes?”
Ella sonríe. “Eres un Royal. Por
supuesto, tu primer instinto es golpear a un chico que no te gusta.”
“Oye, ese es Reed,” protesto. “No
soy un peleador.”
“Oh, ¿En serio? ¿No le volaste
los dientes a John David durante el baile de invierno?”
Escondo una sonrisa. “John David
cayó sobre mi mano y un diente se desprendió.”
“Si mentirte a ti mismo te hace
sentir mejor. Ni siquiera me acuerdo por qué estabas molesto. ¿Por tu mamá?”
“No.”
“No vas a decírmelo, ¿verdad?”
Hace una semana, no lo habría
hecho. “Él dijo que eras una mal besadora.”
“¡Ese estúpido!” Ella jadeo. “¡Yo
nunca, nuca lo besé! Dónde él—por qué—“ella chisporrotea. “No creo que le hayas
golpeado lo suficientemente fuerte.”
Flexiono mi mano. “Probablemente
no. La próxima vez correré hacia él, lo golpearé de nuevo.”
“Quiero golpearlo yo también,”
dice indignada.
Me río. “Estoy en eso. Podemos
hacer un viaje especial de regreso a Bayview para eso.”
Ella se ríe también. “Nah. Él no
vale la pena. Probablemente el chico nunca ha estado lo suficientemente
cerca a la boca de una chica para saber
lo que es un beso, y mucho menos si es bueno.”
Me detengo en el semáforo y me
giro para verla. Su perfil está delineado por el sol brillante. Desearía tener
mi teléfono para poder tomarle una foto.
“Eres tan malditamente bella,
Sav.”
Su cabeza se levanta a y me mira,
ojos abiertos, labios exuberantes ligeramente abiertos, como si estuviera
sorprendida, lo siento de esa manera.
Probablemente me hubiera quedado
mirándola si el carro detrás nuestro no hubiera tocado la bocina. La luz está
en verde. Presiono mi pie sobre el acelerador.
“Te ves sorprendida.”
“No era lo suficientemente
bonita—” ella se corta a sí misma.
“¿Para evitar que te engañara?”
Termino la frase por ella.
Ella asiente tristemente.
“Nunca se trató de tu aspecto,
nena. Desde el momento en el que mis ojos cayeron sobre ti, fuiste la chica más
ardiente que nunca había visto. Lamento que te haya hecho dudar aunque sea un
segundo sobre eso.”
Desearía no estar conduciendo
para poder ver su expresión. Le doy un vistazo y me alivio de que ver que no está
molesta. Más pensativa, que cualquier otra cosa.
“Solo quiero olvidarlo,” ella
dice.
¿Podemos hacer eso? No estoy
seguro, pero estoy de acuerdo si es lo que ella quiere. “Ok. Entonces… ¿almorzamos?”
“¿Estás entrenando? ¿Necesitas
consumir muchas calorías?”
“No. La temporada de natación
terminó con las Nacionales en Marzo, pero…” Otra vez, desearía no estar
conduciendo. “No voy a nadar el próximo año.”
“¿Qué?” dice sorprendida.
“Lo sé. Pero hacer deportes en la
universidad es como tener un segundo trabajo, y papá quiere que pase más tiempo
aprendiendo sobre los negocios por culpa de,” aclaro mi garganta. “Por culpa de
Steve.”
“Oh. Wow. ¿Cuándo lo decidiste?”
“En las últimas semanas,” admito.
“¿Está de acuerdo con eso?” ella
hace una pausa. “Nuevamente, siempre ha sido tu familia lo primero para ti, ¿no
es así?”
Hay una leve nota de amargura en
su voz, pero no la culpo. He mantenido todos esos secretos a Savannah porque
pensé que la estaba protegiendo, pero al final solo la estaba haciendo sentir
menos importante que cualquier otra persona en mi vida. Fue en ese tiempo en el
que dormía con Dinah.
“Sé que se ve de esa manera. Te
mantuve alejada de todo eso porque me estresaba y pensaba que te iba a estresar
a ti también. Ni siquiera se me ocurrió compartirlo.” Le di una media sonrisa.
“Soy distinto ahora. Te voy a contar tantas cosas que vas a estar cansada de
escucharme. Y entre los memes, los gifs y los emojis de corazón, estarás
informada sobre lo que estoy comiendo, qué estoy estudiando, que video juegos
estoy jugando, cuantas veces me afeito, cuando tomo una duc—”
“¡Está bien, está bien!” ella me
interrumpe, volviendo a reír.
Mi corazón se da un vuelco. Esta
es la mayor cantidad de veces que la escuché reír en años.
“Vamos a comer sándwiches en el
Open House Café. Se ve bien. Es vegetariano.” Hay una pizca de desafío en su
voz, como si me estuviera desafiando a protestar, pero comería tierra si eso
significa que puedo estar con ella.
“Suena genial. Como un buen
portobello. Espera. ¿Ahora eres vegetariana?” ¿Cuánto más hay sobre la vida de
Sav que no sé?
“No. Solo siento que es un buen
día para comer ensalada.”
“Genial. Llama y yo pasaré a
recogerlo.”
“Está bien.”
Pero antes de que pueda hacer la
orden, mi teléfono suena.
“¿Puedes contestar por mí?” digo.
“No puedo hablar y conducir aquí.”
Ella duda, pero lleva el celular
a su oído.
“Probablemente es un
telemarketing,” le digo. “Alguien me ha estado llamando toda la mañana.
“¿Hola? El teléfono de Gideon,”
ella contesta.
Mientras hago maniobras por el
tráfico, escucho un murmullo y luego un sorpresivo “Oh. Um, espere un segundo.”
Le lanzo otra mirada antes de
bajar hacia el café. Tiene su mano sobre el portavoz del celular. “¿Quién es?”
pregunto.
Ella lame su labio inferior. “Es
Steve. Quiere hablar contigo ahora mismo. De hecho, está esperándote en el
Holiday Park.”
“¿Steve?”
“Steve, tu, um, el esposo de
Dinah.”
“Mierda.” ¿Cómo demonios sabía
que estábamos camino a Holiday Park? ¿Me está acosando al igual que solía
hacerlo su demente esposa?
“Tal vez deberías llevarme a
casa.” Savannah gira sobre su asiento, como si fuera a saltar de la camioneta
en cualquier segundo.
“No,” digo con amargura. Con una
mano, retiro el teléfono de su agarre y le cuelgo a Steve.
“¿Acabas de colgarle?”
“Sip.”
Ella frunce el ceño. “¿Qué es lo
que vas a hacer?”
“Nosotros,” enfatizo el nosotros, “vamos a tener nuestro
almuerzo e ir a Holiday Park.”
“¿Y qué pasa con Steve?”
Encojo los hombros. “Bueno, no
puedo atropellarlo con el Rover, así que vamos a ignorarlo.”
Una leve sonrisa aparece sobre
sus hermosos labios. “¿Al diablo con Steve?” ella bromea.
“Al diablo con Steve,” repito.
muchas gracias por tu trabajo!!! es genial!
ResponderBorrarestoy deseando leerme los capítulos que faltan!