viernes, 29 de junio de 2018

Tarnished Crown (Erin Watt) En español - Capítulo 15




Savannah

Presente

Miro incrédulamente mientras Gideon empieza a caer. ¿Juego de la confianza? Ja. Esto es definitivamente un juego, pero no de confianza. Giro sobre mis talones y me alejo. Detrás de mí, hay mucha prisa por llegar hasta él.

“¡Oh por Dios!”

“¡Atrápalo!”

“¿A dónde vas?”

Supongo que la pregunta va dirigida hacia mí. Yo sigo caminando.

“¿A dónde crees que vas?” La alegre chica con la cola de caballo agarra mi brazo. “No puedes hacer eso.”

“¿Por qué no? Era un juego.” Pongo mi nariz en alto al mejor estilo de Savannah Montgomery y veo a todos a mí alrededor curvar sus labios en disgusto. Vaya forma de hacerlo, Sav. Estoy alejando a las personas y ni siquiera voy a esta universidad todavía.
Mis hombros se encogen. Así no es cómo quería que fuera esta visita. Se supone que iba a ser un tiempo de renovarme a mí misma. No tenía que ser la arrogante e insensible Savannah. Podría ser…bueno, alguien que no hiciera a esta bonita estudiante de segundo año mirarme con una mezcla de confusión y desaprobación.

Abro mi boca para disculparme—

“Es mi culpa.” Gideon aparece sobre mi codo y gentilmente remueve mi brazo del agarre de la chica. Se saca el pañuelo y lo sostiene. “Soy Gideon Royal y no debería estar aquí. Estoy en la facultad de negocios.”

Los ojos de Jaycee se abren. Los otros siete estudiantes en mi grupo se acercan, percibiendo el drama, y esa es una manera más emocionante de conocerse que un ejercicio de confianza o charada o cualquier otro juego.

“¿Tú no eres Lucas?” reclama Jaycee. Ella revisa su tablilla si hay alguna prueba que confirme las declaraciones de Gideon.

Él sacude su cabeza. “No. Le pregunté si podía ocupar su lugar porque quería ver a Savannah. Ella es mi exnovia—”

Me tenso y espero la acusación de que soy cruel porque no hablaré con él, y lo irracional que soy por no perdonarlo.

“—y ella terminó conmigo porque la engañé. Y estoy tratando de recuperarla.”

La expresión en los rostros de todos me hace estallar en carcajadas. La cara de Jaycee se alterna entre asombro y enojo.

Una de las chicas del grupo frunce el ceño. “Una vez infiel, siempre será un infiel. Nunca regresaría con él.”

“Él dijo que lo lamenta,” refuta un chico que usa una camiseta vintage de Nirvana.

“Él nunca dijo eso,” alguien más se suma. “Él dijo que la quiere recuperar.”

“Eso implica que lo siente,” responde el chico de Nirvana.

“Cualquier infiel lamenta que lo hayan descubierto. Pero eso no significa que se arrepienta de haberlo hecho.”

“¿Te arrepientes de haberlo hecho?” pregunto a Gideon, algo divertido por estar siendo juzgado en el tribunal de la opinión pública, incluso si se trata de siete estudiantes de secundaria y una estudiante de segundo año, quienes lo están juzgando.

“La peor decisión de mi vida,” dice inmediatamente. Su boca se inclina hacia arriba en una sonrisa media triste. “Sé que supuestamente no deberíamos arrepentirnos de las cosas que hacemos, pero definitivamente desearía retroceder el tiempo y tomar diferentes decisiones.”

“¿Cómo cuáles?” pregunta la chica que dijo que Gideon sería siempre un infiel.

“Sí, ¿Cómo cuáles?” Pongo mis manos sobre mis caderas.

“Me gustaría haberte contado más acerca de lo que estaba sucediendo con mi vida. Hubiera hecho más preguntas sobre lo que estaba pasando en la tuya así no hubiera estado saltando a conclusiones estúpidas. Te hubiera demostrado que te amaba en lugar de solo decirlo.” La última parte lo dice suavemente.

Un bulto aparece en mi garganta. Doy un trago amargo, pero este se pega, haciendo que respirar sea difícil, haciendo que mis ojos se rompan.

Gideon levanta su mano, extendiéndola a través del espacio que ha existido entre nosotros por tanto tiempo. “Vamos a quedarnos y terminar esto,” dice mientras su palma flota cerca de mi mejilla.

No hay contacto, pero aún puedo sentir el calor de su mano. Me balanceo, tambaleante sobre mis pies, mientras una cuerda invisible me acerca cada vez más y más y—

“¡Sí, quédense!” exclama el chico de Nirvana.

Su voz es como un baldazo de agua fría. Me alejo y la mano de Gideon cae a su costado.

“Idiota”, sisea alguien.

“¿Qué? ¿Qué hice?” el chico Nirvana mira de una cara a otra desconcertado.

“Nada.” Gideon le da una palmada al chico en el hombro. “¿Vamos a jugar charada?”

Al principio, Jaycee está reacia. Ella cree que Gideon ha roto las reglas de alguna manera pero no puede darse cuenta de exactamente cuál. Después de un poco de persuasión por parte de algunos estudiantes, Gideon consigue quedarse. Pero le hacen hacer las tareas más vergonzosas.

Jaycee nos hace ir al frente y decir nuestros nombres. Luego todos escribimos algo que echaremos de menos cuando dejemos la secundaria. El trabajo de Gideon es adivinar a qué persona le corresponde cada papelito.

El primero que escoge dice “Mis amigos.”

El ni siquiera mira en mi dirección. Guiado por algún misterioso sentido, el sitúa el pedazo de papel en frente de la chica que me advirtió sobre regresar con él. Su nombre es Livvy Swanson.

“¿Cómo sabes que era mío?” ella pregunta, recogiendo el papel.

“La escritura está en morado y combina con tus uñas.” Él señala sus manos.

Todos miramos.

Sus uñas están pintadas de morado, blanco y negro, pero cada una tiene un diseño diferente. Rayas en un dedo, lunares en otro. Ella está usando un top sin mangas con capas y un par de jeans con las rodillas rasgadas. Me gusta. Tiene una buena vibra. Puedo verme a mí misma siendo amiga de ella.

Obligo a los lados de mi boca a sonreír. La sensación es rara. No soy mucho de sonreír, pero vale la pena cuando la chica me sonríe de vuelta.

“Buena suposición,” ella le dice a Gideon. “Sí, voy a extrañar a mis amigos. He estado juntándome con el mismo grupo de chicas desde el jardín de niños. Sólo una de ellas va a asistir a esta universidad. El resto se dispersado y eso me molesta.”

“Yo voy a casa los fines de semana,” ofrece Gideon. “Y hay mensajes de texto y video chats que te ayudarán a mantenerte en contacto. Requiere de esfuerzo, pero luego cuando estén juntas, eso lo hará más significativo.”

“¿Con qué frecuencia fuiste a verla?” Livvy cabecea en mi dirección.

“La veía una vez al mes, usualmente en las fiestas.” Él sumerge su mano nuevamente en el sombrero y saca otro pedazo de papel. “Mi familia,” él lee, luego estudia el grupo.

Mallory Dunn, una dulce chica de cabello marrón con corte bob, levanta su mano.

Livvy le da un palmetazo, “Se supone que él debe de adivinar.”

“Oops.” Mallory se ríe y luego se calma. “Es mío. Tengo dos hermanas menores y las amo a morir. No puedo imaginar el no ver sus tiernos rostros todos los días.”

“Lo mismo con los amigos. Haces el esfuerzo de verse el uno al otro.”

“Sip. Además, ellas pueden venir a visitarte. Habrán días familiares solo cuatro semanas después de que empiecen las clases. Tendrán una explosión llegando al estado. No es demasiado pronto para que formen parte de nuestra familia aquí,” dice Jaycee entusiasmada.

Algunos otros repiten sus propios consejos. Cuando la conversación muere, Gideon saca otro pedazo de papel y lee, “Nada. Estoy lista para la universidad.” Él mira alrededor y se detiene en frente mío. “Este es tuyo.”

Arrugo el papel en mi puño, un poco avergonzada de no tener amigos o familia a la cual extrañar. Mi barbilla se levanta y mi voz es rígida cuando digo, “Sip. Soy yo.”

Para mi sorpresa, el resto del grupo asiente con su cabeza también.

“Por mucho que vaya a extrañar a mis amigos,” admite Livvy, “estoy emocionada por empezar algo nuevo.”

“No hay nada de malo con eso. Todos podrían usar un nuevo comienzo.” Los ojos de Gideon me invitan a saltar y participar.

La intensidad de su mirada me hace sentir incómoda, así que miro hacia abajo a mi regazo. Casi digo alguna basura sobre lo infantil que es todo esto, lo lleno de mierda que están estos programas, pero me detengo. Todos aquí están siendo abiertos y honestos y estoy muy asustada de enseñar si quiera un pedazo de mi persona.

Gideon continúa. Él termina de leer todos lo papelitos y luego él y Jaycee se levantan y juegan el juego de charada con las palabras basadas en las nuevas experiencias universitarias, como profesor, lectura, syllabus, y juegos de fútbol sabatinos. Quiero participar. En verdad quiero, pero termino sentada sobre mis manos. Livvy y Mallory se unen al juego. Incluso el chico Nirvana salta cuando es su turno.

Cuando es mi turno de actuar una palabra, estoy llena de ansiedad. Mis palmas están húmedas y mi corazón late más fuerte de lo normal.

“¡Hora de película!” una voz anuncia por el altoparlante. “Terminaremos nuestras actividades planeadas con una corta película sobre todos los recursos disponibles para ustedes en la universidad y después tendremos algunos snacks y tiempo para convivir.”

Exhalo de alivio, pero al final, algo de arrepentimiento persiste. Cuando las luces se atenúan, Jaycee viene a sentarse a mi lado.

“Hay recursos en el campos si alguien no te deja en paz,” ella susurra. “Solamente tienes que decirlo, y yo voy contigo a la oficina de Recursos del Campus. No hay órdenes de contacto que la universidad no pueda imponer. No funcionan fuera de la universidad, pero dentro el campus, él tendría que cumplirlas.”

Me giro para mirar su cara de seriedad. “¿En serio?”

“Sí, la universidad hace sus propias reglas. Él también puede ser expulsado si hay suficiente evidencia.” Ella me da un pedazo de papel.

Miro abajo para ver su nombre y número. Ahí está mi oportunidad para realmente deshacerme de él. Si acepto, Jaycee me ayudará a reportarlo.

Miro a Gideon, quien está conversando con Livvy. ¿No es lo que siempre he dicho que quería? No tener que volver a hablar con él. No verlo. No estar cerca de él.

El bulto en mi garganta se va hacia mi intestino. Como le dijo a Livvy, Gideon vino regularmente a casa este año, y lo veía. A veces peleábamos. La mayor parte del tiempo, trataba de ignorarlo, pero realmente nunca pude. Lo había seguido a escondidas, esperando ver con qué chica tonteaba, pero él nunca lo hizo. Y no es como si nunca hubiera tenido oportunidad. Él es Gideon Royal. En Bayview, todas las chicas solteras, y algunas con compromiso, habrían pisoteado a su propia hermana con tal de meterse a la cama con él. Incluso aquí, las chicas no podían evitar amontonarse a su alrededor.

“No,” me sorprendo a mí misma diciendo. “No me está molestando.”

“¿Estás segura?”

Le doy a Jaycee una sonrisa forzada. “Sí, estoy segura.”

La película empieza. No recuerdo mucho sobre ella, porque me encuentro atrapada recordando el pasado. Mi primer día en Astor cuando Gideon me notó. Cuando me pidió salir. Cuando nos besamos por primera vez. La primera vez que tuvimos relaciones, la cual no fue tan increíble como pensé que sería, y después la primera vez que hicimos el amor, la cual fue tan asombrosa que finalmente entendí por qué la gente escribe libros y poemas y canciones sobre eso.

Por todas las veces que me hirió, hubo momentos que me hizo tan feliz que me sentía estar volando sobre las nubes.

Las luces se encienden, y en lugar de estar Jaycee sentada al lado mío, está Gideon.

“¿Puedo acompañarte a casa?” pregunta suavemente.

Asiento con la cabeza. Es hora, supongo, de hablar sobre lo que va a pasar con nosotros en este nuevo futuro.

Mientras nos despedimos, Jaycee me recuerda que puedo llamarla en cualquier momento. Livvy y yo intercambiamos números, y luego se inclina cerca de mi oído. “Tal vez no es del todo malo,” me susurra mi nueva amiga.

Tal vez no.                       
                                     

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