Gideon
Hace tres años
“¿Cómo está?” arrojo mis llaves
sobre el banco del vestíbulo, donde Dinah está recostada sobre el marco de la
puerta, quien me observa mientras me quito mis botas y cuelgo mi chaqueta.
“Soñolienta. Creo que se tomó una
píldora para dormir.” Dinah me lleva hacia adelante.
“¿Dónde están mis hermanos?”
Pregunto, caminando por el corto pasillo hacia la cocina.
“Reed se llevó a los tres a un
lugar llamado Xtreme.”
“Es un lugar de juegos arcade y
laser tag,” le explico con un suspiro. Giro mi cabeza sobre mis hombros,
tratando de alejar toda la tensión.
Las manos de Dinah me alcanzan
para darme un improvisado masaje. Trato de no ser muy obvio al quitármela de
encima. Ella solo está tratando de ayudar, pero estoy con un humor de perros.
Sav y yo estábamos pasándola bien, y en lugar de estar con mí enamorada en su
dulcemente perfumada cama, estoy atrapado con una mujer extremadamente sensible
que no parece entender ningún sentido de los límites.
Luego, pienso, en que ella ha
estado ayudando a mamá, así que espero unos segundos antes de incrementar el
ritmo y salir del apretón de Dinah.
“Voy a subir a ver como está.
Gracias por todo.”
“Iré contigo,” se ofrece.
Paso una mano sobre mi boca. Nada
en mi vida me ha preparado para este tipo de situaciones sociales. Ya saben, en
la que tu madre está a dos pasos del colapso total y tu padre está perdido en
acción y la única persona que parece ser confiable es la esposa trofeo del
mejor amigo de tu padre.
“Puedo hacerme cargo desde aquí,”
digo. Indirecta. Indirecta. Es hora de que te vayas a casa. Dinah permanece
ajena. Ella desliza un brazo alrededor de mi pecho y acomoda su delgado cuerpo
sobre el mío. “No soñaría con dejarte, Gideon.”
Últimamente, pareciera que ella
está tratando de encontrar cualquier excusa para poner sus manos sobre mí. Si
fuera más orgulloso, pensaría que estaría insinuándose, pero ella es
sentimental con todo el mundo, desde Steve, su esposo, hasta con el chico de
mantenimiento que ha perdido la mitad de su dentadura.
Gentilmente, me alejo de ella.
“Está bien. Correré arriba a ver si mamá necesita algo. ¿Sandra te dio de
comer?”
Los labios de Dinah hacen un
puchero. “No. Ella dijo que la cocina estaba cerrada. No creo que ella me
quiera mucho.”
En efecto, sé que a Sandra no le
gusta, pero no lo voy a decir en la cara de Dinah. “Sandra tiene sus
costumbres. Ordena algo y lo cargaré a la cuenta de la casa.”
“¿Qué es lo que deseas?”
Estaba por decir ‘nada’, pero en
ese instante mi estómago empezó a rugir. “Una hamburguesa doble, sin pan, con
frijoles y arroz.” Le doy a Dinah una especie de saludo con los dedos. “nos
vemos en un rato.”
Subo los escalones de dos en dos,
pero cuando llego al cuarto de mamá, la encuentro dormida. Su píldora para
dormir debió haber entrado en acción. Hay varias botellas de prescripción
tiradas en la mesa de noche. Las recojo y leo las etiquetas. Ambien,
Clonazepam, Lozol, Gabapentin. Ni siquiera tengo idea para qué son estas cosas.
Vuelvo a tirar las botellas sobre la mesa de noche y estudio a mi madre.
Ella es hermosa. Los signos de
ansiedad y depresión no han dejado marcas sobre su rostro. Durmiendo, ella se
ve en paz. Supongo que si esa serie de medicamentos la ayudan, entonces estoy
totalmente de acuerdo.
Levanto la manta alrededor de sus
hombros y me agacho para darle un beso en la mejilla. Ella no se mueve. Los
medicamentos la han noqueado.
Una ráfaga de resentimiento se
enciende. ¿En realidad necesitaba venir para esto? ¿Debieron echar a los chicos
de la casa solo porque se tomó una pastilla para dormir? ¿En qué estaba
pensando Dinah cuando me llamó? Ella lo hizo sonar como si mamá estuviera fuera
de control. En lugar de eso, encuentro a mi mamá durmiendo como un bebé.
Podría haberme quedado con Sav en
estos momentos. Mi mano todavía tiembla desde que tocó la cálida piel de su
estómago. En cambio, estoy aquí, observando a mi madre dormir. Supongo que
debería contar mis bendiciones. Mi vida es mejor cuando está dormida—para todos
nosotros. Sé que es una mierda pensar eso, pero es la verdad.
Desecho mis pensamientos rebeldes
y acarreo el taburete de tocador acolchado sobre el lado de la cama de mi
madre. Cuando ella despierte, debería estar aquí, por ninguna otra razón más
que averiguar si estos medicamentos realmente están funcionando. Si el
terapista que Dinah recomendó está haciendo un buen trabajo. Si nuestra familia
va a poder regresar a la normalidad.
Mientras más pronto mamá se
mejore, más pronto podré pasar más tiempo con Savannah. Extiendo mis piernas y
saco mi celular del bolsillo. Inmediatamente, tengo la aplicación de mensajes
abierta.
Dejando a Sav absorbida. Sé que
ella no entiende, pero, hombre, no quiero que esta mierda le afecte. Ella es la
única cosa buena y pura en mi vida. Ella es mi refugio. Mi hermosa y adorable
isla alejada del demente bosque que es la casa Royal, y no quiero mancillar
eso.
Lo siento, tuve que irme. Mamá no se sentía bien.
No hay problema. ¿Espero que todo esté bien?
Sí. Está durmiendo ahora.
Bien. Te amo.
También te amo.
Mis dedos vacilan un segundo y
luego se desplazan hacia arriba para que pueda ver la foto de Sav nuevamente.
Demonios, está tremendamente ardiente. Ella tiene una media sonrisa, una
ajustada camiseta sin mangas negra levantada lo suficiente para que pueda ver
su estómago, y un par de bragas negras. Me hizo ponerme duro como piedra en el
minuto que apareció en mi pantalla, y tuve que abandonar la habitación antes de
que me avergüence frente a mis hermanos.
Mientras froto el dedo sobre la
pantalla, se me ocurre por primera vez que ella muestra sus dos manos en la
foto. Mis ojos se estrechan. Un selfie significa que una mano debe estar detrás
de la cámara.
¿Shea tomo la fotografía? Le escribo.
Ella contestó inmediatamente. ¿Estás bromeando? Ella me mataría si supiera
que te he enviado una sexy selfie. Fue el temporizador, tonto.
Gracias a Dios. Acabas de salvar la vida de alguien.
Ha ha. ¿La estas mirando ahora?
Nena. Si pudiera, la pondría como salvapantallas. Pero no quiero que
nadie más te mire así.
Bien. Sólo para tus ojos.
Como si pudiera compartirla. Nuevamente
recorro mi pulgar a través de la imagen, deseando que estuviera tocándola a
ella y no el vidrio de la pantalla, y luego escondo el teléfono. No tiene
sentido el estar atormentándome.
Detrás de mí escucho un suave
golpe en la puerta. Oh genial. Dinah. Justo lo que necesitaba. Pego una falsa
sonrisa en mi cara y me giro para saludarla. En lugar de la rubia, veo una gran
silueta. Es Reed. Mis hombros colapsan con alivio.
Llevo un dedo hacia mis labios.
El asiente y se aleja de la
puerta.
Le doy a mamá otro vistazo para
reafirmarme a mí mismo que ella está bien, antes de encontrarme con mi hermano
en el pasillo. “Creí que habías ido a jugar laser tag,” dije mientras cerraba
la puerta.
“Dejé a los chicos ahí. Pensé que
podrías necesitar una mano.”
“Mamá está durmiendo. ¿Cuándo
estabas aquí estaba teniendo un ataque?
Una expresión de tristeza aparece en su rostro. “Si,” dice
malhumorado. “Estaba llorando muy fuerte y llamando a papá.”
“Mierda.” Quiero golpear mi cabeza contra la puerta de
madera. “¿Y papá estaba fuera de alcance?” Es difícil no despreciar a mi padre.
Atlantic Aviation estaba al borde de la bancarrota hace unos años, y desde ese
entonces papá se sumergió en el trabajo. Él está afuera, salvando nuestro
legado. Mientras tanto, mamá lo está perdiendo porque el trabajo no es lo único
en lo que papá está sumergiéndose.
“Sip. Lo llamé y le dejé un par de mensajes. Steve me
escribió y me dijo que papá estaba en una reunión muy importante y no iba a
poder contestar hasta más tarde.” Reviso mi reloj. Es medio día en Hong Kong.
Steve podría estar diciendo la verdad.
“Lo siento que no estuviera aquí. No debí haberme ido en
primer lugar.” Tengo que dejar de ser una mierda egoísta, como ir corriendo a
ver s Sav solo porque me envió una foto sexy. Mis hermanos me necesitan.
“No te preocupes, hermano. No es como si pudieras haber
hecho algo. Dinah fue quien hizo que mamá tomara la píldora para dormir.”
“Gracias por llevarte a los chicos de aquí.”
“No hay problema. ¿Quieres que me siente con ella por un
rato? Podrías regresar con Savannah por la noche.”
“Nah, yo me encargo. Siéntete libre de irte. Oí que algunos
chicos del grupo van a reunirse en los Worthingtons.” Brent está en la clase de
Reed y solo vive en la playa de nosotros. “Creo que esa chica Abby está ahí.”
Reed hace una mueca. “Si, no estoy muy convencido sobre
ella. Creo que voy a ver una película.” Él levanta su cabeza hacia su
habitación en forma de invitación.
Golpeo mi mano con la suya. “Me apunto.”
“¿Cómo van las cosas con Savannah?” Me pregunta mientras
bajamos a su habitación.
“Bien.”
El levanta una ceja. “¿En serio?”
“¿Por qué no lo estarían?”
Él abre la puerta y encoge los hombros. “Me parece que estás
huyendo mucho. Pensé que ella se enojaría.”
Mientras Reed enciende la televisión, cojo un par de bebidas
de su mini frigobar y me uno a él en el sofá en frente de su pantalla plana.
“Nah, ella no es así. Sav es de muy bajo mantenimiento.”
“Huh,” es la respuesta de mi hermano.
“¿Qué significa eso?”
“¿La recuerdas de la escuela media?”
“Um, negativo. Ella es casi tres años más joven que yo. Ya
me había graduado de la escuela media antes de que ella siquiera empezara.”
Arrugo la frente. “Mierda. Eso me hace sonar como un asalta cunas. ¿A eso es a
lo que te refieres?”
“Mierda no.” Reed lanza el control remoto sobre la mesa y
luego se levanta sobre la parte posterior del sofá. Hurga en su tocador y saca
el anuario de la Escuela Media Exordium. Hojea el libro hasta que encuentra la
página que buscaba, luego lo empuja por debajo de mi nariz.
“Ella es Savannah Montgomery.”
Una chica con cabello rebelde, frenillos, y un par de ojos
avellana fangosos rodeados de gafas con montura de alambre me devuelven la
mirada. “¿Es en serio?”
La chica en la foto no luce para nada como la radiante Sav
que conozco. Sav tiene un brilloso cabello liso, y sus ojos son azules. Yo sé
que ella usa lentes de contacto, pero la necesidad de lentes de corrección es
lo único que tiene en común mi novia con la chica de la fotografía.
“Sí. Bajo mantenimiento, mi tracero,” murmura Reed mientras
hace click en la lista de películas disponibles a la venta.
Y yo no tengo una respuesta, porque la chica en el anuario
de la escuela media no es nada comparado con la perfección brillante que
Savannah Montgomery presenta ahora. Eso me molesta. Es como si yo no conociera
a la verdadera ella. Como si estuviera escondiéndose de mí. Y eso me preocupa.
¿De quién estoy enamorado realmente?
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