domingo, 31 de diciembre de 2017

Tarnished Crown (Erin Watt) En español - Capítulo 8


CAPÍTULO 8

Savannah

Presente

“Aquí tienes.” Adrian Trahern me devuelve mi teléfono. Con su afilada mandíbula y sus ojos marrones de ensueño, el estudiante de segundo año se ve más como si estuviera hecho para estar frente a las cámaras que detrás.
Deseando estar conmovida por su buen aspecto, le di una sonrisa. “Gracias. No lo usaré a menos que tenga una emergencia.”
“Esta será la primera vez que espero que alguien tenga muchas emergencias, entonces,” bromea.
En el mundo normal, me estaría lanzando a los brazos de Adrian y le rogaría para que me enseñe todo. Y no me refiero a ‘todo’ sobre cine. En cambio, me muevo torpemente de un lado a otro, insegura de mi misma.
Adrian me salva. “¿Entonces regresarás en Junio?”
“Si.” Esta vez mi sonrisa es genuina. Es una sonrisa de alivio, no de coquetería, pero al menos es real. “Estoy ansiosa, pero un poco asustada. Sospecho que podría tener muchas emergencias entonces.”
Su sonrisa crece. “Estaré atento.”
Me sostiene la puerta del edificio de Arte y me hace un gesto para que pase primero. Una chica normal estaría desmayándose por el evidente interés de un chico tan guapo y encantador como Adrian, pero todo lo que yo puedo hacer es darle una débil sonrisa. Maldito Gideon.
“¿Vas a producir toda tu película aquí durante el verano o tienes algunas partes listas? El equipo de aquí es muy bueno así que si has filmado algunas escenas de antemano, es posible que desees volver a hacerlas.”
“Aún estoy en la etapa del storyboard”, admito.
“Hazme saber si necesitas discutir algunas ideas o tener más feedback. Editar mi festival de cine de verano tomó una eternidad porque caí en la trampa digital.”
“¿La trampa digital?” pregunto, levantando una mano para bloquear el brillo solar de mi rostro.
“Si. Con la cámara digital, no hay diferencia en el costo entre filmar cinco minutos o cincuenta minutos, excepto cuando te sientas a recortar todo ese video hasta tener tu corto de tres minutos.”
“Oh, buen punto.”
“Hay muchos más tips de donde vino ese.”
“Aquí estás.”
La voz débilmente desaprobadora de Gideon me detiene en seco. Dejo caer mi mano para encontrar a mi espantoso ex parado en medio de la acera con los brazos cruzados sobre su pecho. Esa pose hace que los músculos de sus bíceps sobresalgan, y una traicionera parte de mi tiembla al recordar esos brazos sosteniéndome.
El cuerpo larguirucho de Adrian se tensa detrás de mí, pero su tono es leve cuando pregunta, “¿Un amigo tuyo?”
“No. No en realidad,” digo agriamente.
Gideon pretende que no me escuchó y saca su mano. “Soy el novio de Sav. ¿Y tú eres?”
Abofeteo la mano de Gideon. “No, no lo eres.” La parte de atrás de mi cuello se calienta con vergüenza, y lo que antes había sido una vaga idea se afianza con determinación. “De hecho, voy a aceptar tu oferta,” le informo a Adrian. “Me encantaría repasar mi storyboard contigo. ¿Debería enviarte algunas fotografías y podemos reunirnos cuando llegue al campus en junio?”
El estudiante de segundo año lanza una mirada de mí hacia Gideon y de regreso. “Claro. Como dije, estaré por aquí cerca. Tengo una hora libre ahora, si quieres coger el almuerzo.”
“Savage va almorzar conmigo,” Gideon se interpone.
Adrian levanta sus cejas. “¿Savage?”
Si fuera propensa a ruborizarme o desmayarme, estaría postrada en la acera ahora mismo.
“Vete,” murmuro lo más amenazante posible.
“Ella te habla a ti,” dice Gideon a Adrian.
“¡No!” La negación sale en voz alta, como un grito, y los dos chicos giran hacia mí con sorpresa.
“¿Este tipo está molestándote?” Adrian pregunta suavemente. “Porque puedo llamar a la policía del campus, si te sientes insegura.”
“Alguien va a estar inseguro en dos segundos,” gruñe Gideon.
Cubro mi rostro con mis manos. El teatro del departamento de Artes y Cinematografía está casi a media milla del grupo de edificios de la facultad de Administración de Negocios. Me convencí a mí misma que el campus era lo suficientemente grande para los dos, pero después de dos días de visita, supe que estaba equivocada.
Lo que significa que necesito lidiar con Gideon. Tengo más sentimientos sin resolver entorno a él de los que pensaba. Cuando él estaba lejos en la universidad y yo en Bayview, era más fácil para mí creer que estaba totalmente superado. El verlo, pienso, me trajo de vuelta todos esos recuerdos. Todos los buenos y los malos también.
“Mira, hombre, no sé quién eres, pero te estás pasando de la raya,” le advierte Adrian a Gideon. “Savannah, puedo traer a la policía del campus en menos de cinco minutos.” Me agarra de la muñeca y me jala cerca de él.
Gideon se lanza hacia adelante, y me toma solo un nanosegundo para ver cómo acabará todo esto. Gideon golpeará a Adrian. Adrian tomará represalia, pero Gideon es más fuerte y tiene cuatro hermanos menores con los que está acostumbrado a pelear. La linda película no tendrá ninguna posibilidad y mis cuatro años en el Estado estarán marcados por ser ‘esa chica’.
Me libero del apretón de Adrian y me lanzo sobre Gideon. Como esperaba, el inmediatamente desvía su atención de Adrian hacia mí.
“Detente,” le digo con voz tranquila. “No me arruines esto.”
El lee la seriedad en mi rostro y asiente renuentemente. “Está bien.” Él retrocede, levantando las palmas de sus manos frente a su pecho. “No estoy aquí para causar problemas. Quería llevarte a almorzar.” Extiende una mano más allá de mí. “Soy Gideon, y sí, soy el ex de Sav. Pero que te conste que planeo cambiar eso, así que puedes perseguirla si tú quieres, pero debes saber que estaré en la pelea.”
“Gideon,” siseo.
“¿Qué?” Él finge inocencia. “Una vez dijiste que si mis labios se movían, estaba mintiendo. Estoy tratando de demostrarte que cambié. Solo la verdad para ti a partir de ahora.”
Detrás de mí, Adrian limpia su garganta. Se lo que va a decir incluso antes de que me gire a enfrentarlo.
“Tengo planes.” Señala a un punto fuera de distancia. “Voy a encontrarme...” Se detiene, probablemente recordando que acababa de invitarme a almorzar.
Suspiro. “Gracias por todo, Adrian. Te veré por ahí.” Traducción: No voy a llamarte y hacerte sentir súper incómodo, lo prometo.
Adrian asiente y se va, lentamente al principio, pero después empieza a trotar, como si no pudiera alejarse de nosotros lo suficiente.
Tan pronto como se alejó de nosotros, me giro hacia Gideon. “¿Qué demonios fue eso?”
“Quiero que me escuches.”
“¿Escucharte sobre qué?”
“Sobre todo.”
“¿Por qué?” le pregunto francamente, tratando de entender su postura. ¿Por qué todavía le importa? ¿Por qué todavía me persigue? ¿Por qué todavía quiere lastimarme?
“Porque yo…”
Por supuesto, todo es sobre lo que él quiere. Empecé a caminar, pero me detuve cuando dijo, “No. Porque te lo mereces.”
Mi indignación se diluye y una cautelosa sospecha toma su lugar. “¿Merecer qué?”
Una mueca torcida aparece en su rostro. Sus hombros se encorvan hacia adelante, haciendo que el nadador de seis pies y dos pulgadas se vea inusualmente vulnerable. “Todo,” dice suavemente. "Toda la verdad detrás de toda las mentiras que alguna vez te dije. Eso es lo que te mereces.”
Mi corazón salta y el miedo hace que mis manos suden. ¿Toda la verdad? ¿Puedo manejar eso? ¿Siquiera me gustaría saberlo? Si, ¿Eso no era lo que buscaba? Y si finalmente tengo todas las respuestas y explicaciones, ¿Seré capaz de superar a Gideon?
“¿Cuándo fue la última vez que viste a Dinah?” dejo escapar.
Una triste curva roza sus labios, y por un momento espero otra mentira. “Hace un par de semanas,” admite.
Puedo sentir como mis ojos se dilatan. “¿La viste hace dos semanas y tienes el valor de venir a hablar conmigo?” Estoy harta de eso. Muy harta. “Desaparece de mi vista. No te acerques a mí. Hemos terminado. De ahora en adelante, no te conozco.”
Él se lanza frente a mí. “Pude haber mentido. Pude haber mentido,” repite. “Pude haber dicho que no he visto a Dinah hace meses o años, pero como te dije —solo la verdad, no importa que tan dolorosa sea. La honestidad apesta, Sav, y no solo porque la verdad suele ser más dolorosa que la mentira, sino porque nunca parece haber una recompensa. Como ahora, por ejemplo. Si hubiera mentido, no estarías a un segundo de huir. Si hubiera mentido, no estarías molesta.”
Sus palabras están llenas de verdad y dolor, lo cual me hace enojar más. Avanzo hacia él, sacudiendo mi puño en su rostro, deseando poder causarle aunque sea una onza del dolor que él me causo. “Estoy enojada por todo. Me molesta que me engañaras. Me molesta que me mintieras. Me molesta que hace poco vieras a Dinah. Tengo tantos motivos que es difícil catalogarlos todos.”
“Lo sé.”
“¿Lo sabes? ¿Eso es todo lo que puedes decir?”
“No. Estoy dispuesto a decirte todo, pero ambos sabemos que eso no justificará lo que hice. No borrará el pasado, pero si necesitas escucharlo, entonces quiero decírtelo.” Él extiende sus brazos. “Pregúntamelo todo. Pregúntame por qué Dinah estaba aquí hace dos semanas. Pregúntame qué pasó cada vez que tuve que dejarte abruptamente. Pregúntame por qué estoy aquí, listo para humillarme frente a ti. Pregúntamelo todo—solo no te vayas.”
“Entonces dime.” Mi voz es tan baja que apenas puedo escucharla, las palabras vienen desde el pozo más profundo de mi corazón. “Dime por qué la escogiste a ella en lugar de mí.”

1 comentario:

Instagram

Entradas Populares